SONRIE

Sonríe, porque siempre habrá alguien que nos salve del naufragio natural de la vida.
En cuestión de segundos, ya sea con una sonrisa, con unas simples palabras sanadoras o porque no, con el solo hecho de estar ahí y escucharnos.
A veces, podemos ver por una ventana el movimiento sutil de las pequeñas cosas que nos rodean… detenernos por un momento a pensar y a estar en silencio solamente para observar eso, por ejemplo. El vaivén de las hojas con el viento, la claridad y la oscuridad, lo lindo y lo feo, y tantas cosas más.
Lo bueno es poder abrir los ojos y saber que podemos obtener más de lo que creemos. Despertarnos a la mañana y poder dar gracias a dios por haber amado tanto y también por ser quienes somos, más allá de nuestras imperfecciones.
Y sobre todas las cosas, agradecer por esas manos generosas que siempre están presentes cuando nos sentimos abatidos o con algún dolor. Creo que ese calor que nos brindan, es el más reconfortante y supera todas las fronteras. Saludo los Hidalgos